El tratamiento consta de un colirio que contiene dos drogas -una de ella es un neurotransmisor y la otra un antiinflamatorio no esteroide- que, separadamente, fueron utilizadas desde hace más de 50 años para otras enfermedades oftalmológicas.
Se deben aplicar de una a tres gotas diarias de acuerdo a las características de cada paciente. Una vez iniciado el tratamiento se pueden abandonar los anteojos definitivamente. Si el paciente suspendiera el uso del colirio, la presbicia sería la misma que cuando inició el tratamiento, o sea, que durante el uso de las gotas su problema de enfoque no aumentaría como le hubiera sucedido al haber usado anteojos.
Desde el año 2003, se trataron más de quince mil pacientes, lo que revela claramente que muchos de ellos llevan más de 10 años de éxito con este tratamiento llamado Método Benozzi®. El 80% de los pacientes présbitas pueden reemplazar sus anteojos con este tratamiento.
Para beneficiarse con el tratamiento, es imprescindible hacer una revisión oftalmológica previa para determinar si el paciente es apto para el uso del colirio. Entre otros casos, u otras patologías asociadas, no son tratables los miopes, los stígmatas con más de dos dioptrías y los hipermétropes con más de tres dioptrías. El uso de las gotas es diario, y la posología es determinada por el médico oftalmólogo, así como el porcentaje de la concentración del fármaco. Este colirio se prescribe mediante receta magistral, ya que aún no está comercializado de manera industrial. El tratamiento es reversible, es decir que puede suspenderse en cualquier momento y el paciente se encontrará con el mismo grado de presbicia que tenía cuando lo inició.
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